Miro a mi alrededor, me sumerjo en la indescriptible decadencia de aquello que un dia fue gloria, orgullo y encanto. Busco entre los retazos lo que queda del manto de mi vida, remuevo, rebusco, indago, mas ya no queda una pizca de esplendor de aquellos anos. Navego a mi interior y me doy cuenta de que al igual que las reliquias que rodean mi existencia, soy solo un despojo de la vida.
Yo tambien me fui, junto con el vino de aquel odre, junto con la suave melodia del bolero que sonaba en la vitrola. Ya nada queda del almidon de mi camisa.
Abro los ojos y veo luz, me han halado desde el rincon de mi abandono, a otro lado. Una suave y placentera brisa acaricia mis sentidos, mientras veo a lo lejos esa puerta, que promete y me intriga. Que hay despues de ella? Que nuevas sensaciones aguardan convertirse en particulas de polvo y telaranas?
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